Lo diré tal cuál sucedió... Al principio me costó aceptar a los personajes y hasta dudé por una milésima de segundo si se había perdido en el camino la inocencia de mi infancia en lo referente a estas historias, pero conforme avanzaba, me di cuenta que entre otras cosas, el autor me develó algo más que sólo la forma de volver a casa...No los aceptaba, tanto como a veces, no acepto lo que soy y no creo en lo que tengo... Supongo en algún momento a todos nos pasa.
Al final, reí, disfruté el viaje, conocí, recordé, y comprendí que a veces, las cosas no son tan temibles como el poder que les damos al temerles...
¡Claro! Hablando del verdadero final, hicieron tambalear mis recuerdos y mi memoria, ¡y no estoy loca! (bueno... No respecto a esto), hasta en la portada aparece... Es como si me dijeran que el camino amarillo no era amarillo en realidad (aunque no fue eso), así que busqué y en efecto... Fue una parte de la película lo que me causaba ruido... Pero en definitiva, una vez resuelto ¡me quedo con el libro!
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